TIMBUKTÚ, de Paul Auster

Hacía tiempo que quería leer algo de Paul Auster y, por puro azar, lo primero que ha caido en mis zarpas ha sido "Timbuktú" una novela corta que no suele citarse entre las grandes obras del autor. Se trata de una suerte de fábula moderna en la que se nos cuenta las peripecias de un perro, Mr. Bones, que gracias a la verborrea incontenible de su primer amo, ha aprendido a entender perfectamente el inglés, aunque no puede hablar porque su garganta no le permite articular las palabras. Los azares de la vida perruna le llevarán a pasar por tres amos muy diferentes y a dar cuenta de sus pensamientos sobre todos esos humanos y sobre cualquier otra cosa que se le pase por la cabeza. Auster escoge contar la historia así, cómo un rio de pensamientos desordenados que por asociaciones absurdas saltan de uno a otro, saltando adelante y atrás y adelante en el tiempo y a veces hasta hablando de cosas que no vienen al caso para nada. Cómo lector con tendencia a que mis ideas se dispersen con facilidad eso me provocó cierta simpatía, puesto que realmente es así como funcionan mis pensamientos, pero también me sacaba a menudo de la narración, puesto que también yo acababa pensando en cosas que no tenían nada que ver con la lectura, para darme cuenta al cabo de diez minutos de que seguía en la misma página o, peor aun, de que había pasado tres o cuatro páginas sin prestar la más mínima atención a lo leído. Así pues me encuentro en el extraño caso de que el punto fuerte de la novela me parece a la vez su punto débil. La falta de estructura hace que la novela no enganche del todo, puesto que una escena no tiene casi relación con la siguiente, pero también da lugar una cantidad de ideas insólitas y situaciones que pasan sin previo aviso de lo cómico a lo dramático o te llevan de la tristeza a la alegría.

Veredicto: 7,5 No cro que sea lo mejor de Paul Auster, pero es lo bastante bueno cómo para querer leer más (Acepto recomendadiones, por cierto).