YO, CLAUDIO (Serie TV)‏

Hace más o menos un año que descubrí a Robert Graves. Leí primero "El conde Belisario", que me entusiasmó y eso me llevó a leer "Yo, Claudio" y su continuación "Claudio,el dios, y su esposa Mesalina" que me gustaron tanto o más. Cuando le contaba a cualquiera que me estaba leyendo esas novelas todo el mundo sacaba a colación esta serie de televisión británica, que goza de una excelente reputación. Debo avisar de que esta no es una crítica justa. La serie se estrenó en 1976 (el año que nací, casualmente) y en consecuencia esta no puede ser una crítica sobre cómo estaba esa serie en comparación con el resto de series de entonces, sino un comentario sobre lo mal que ha envejecido. Y es que los años no pasan en balde. Vista hoy en día, la serie tiene un presupuesto ridículo. No se trata de que no tenga infografía o que la imagen se vea vieja, es que parece una obra de teatro. Los escenarios son minimalistas, no hay un sólo exterior y cualquier escena que implique a más de una veintena de extras se resuelve dejando a las multitudes fuera de plano. Por ejemplo si el emperador va al coliseo a ver una lucha de gladiadores, no sólo el público queda fuera de la imagen, sustituido por un efecto sonoro que da vergüenza ajena (vamos, que me pongo yo a hacer ruido de multitud poniéndome las manos delante de la boca y me sale mejor).
Pero no sólo en eso parece la serie una obra de teatro. Los emperadores romanos me resultan demasiado campechanos, están sobreactuados y parecen tontos. Puede que el pésimo doblaje al castellano agravara  el problema, pero no es sólo eso. Ni Augusto ni Tiberio resultan muy convincentes, siendo personajes clave, pero el peor es el propio Claudio. Se supone que es un hombre muy inteligente, pero cojea, tiene tics  y tartamudea. Por ese motivo la gente piensa que es tonto aunque no lo es. Esto está exagerado hasta el absurdo, de modo que la mayor parte del tiempo Claudio parece que es idiota de verdad y encima tartamudea. Además la historia tiene el problema de que transcurre a lo largo de un montón de años y la mayor parte del tiempo los actores parecen demasiado mayores o demasiado jóvenes para el papel que están interpretando.
Por último la serie tiene un problema estructural que lo hace fracasar cómo adaptación y que se deriva de que no tienen presupuesto para narrar según que cosas. Los primeros diez capítulos adaptan, de aquella manera, la primera novela, mientras que en los tres restantes condensan la segunda novela, dejando fuera grandes partes y aun así forzando la narración con un uso descontrolado de la voz en off (hay un capítulo que casi parece un audio-libro, en serio). Cortan toda la historia de Herodes Agripa (lo cual es  justificable, porque ya en el libro parecía concederse a este personaje más espacio del que merecía y resumen en dos frases en voz en off la conquista de Britania, la mejor parte del libro, simplemente porque no tenían presupuesto para adaptarlo ni remotamente bien y porque habría sido patético intentar incluir batallas campales en una serie que no tiene ni un sólo plano en exteriores.
Aun así la serie consigue tener algunos buenos momentos, porque el material original es tan bueno que habría sido difícil ocultarlo del todo. Como decía, habría que perdonarle gran parte de sus defectos porque han pasado casi 35 años desde su estreno, pero han pasado más de cincuenta desde que se escribió el libro y sigue siendo igual de bueno, así que sólo puedo recomendaros prescindir de la serie.

Veredicto: 6 Tiene sus momentos, pero ha envejecido muy mal.