ASESINO REAL, de Robin Hobb‏

Cuando me leí los tres primeros libros de "Canción de Hielo y Fuego" me quedé con muchas ganas de más. El cuarto libro aun no había sido publicado, así que para intentar quitarme el mono acudí al blog de George R.R. Martin. Entre la recomendaciones figuraba la trilogía de "Las Leyes del Mar" de Robin Hobb. Decidí darle una oportunidad y devoré el primer libro. Vale, está un peldaño por debajo de CDHYF, pero acabé igualmente enganchado, teniendo que esperar impacientemente el siguiente tomo de la trilogía, que aun no se había publicado en castellano. Para quitarme el mono de Robin Hobb tuve que recurrir a su anterior trilogía, que sin haber cosechado tan buenas críticas, al menos había sido publicada íntegramente en castellano. Me leí el primer libro, que me pareció bastante correcto, pero supuso un bajón respecto a "Las leyes del Mar". Además la edición que existía dividía los libros en dos partes, encareciéndolos, con lo cual tomé nota de que quería leerlos más adelante y me olvidé de ellos. Hasta que vi que los están reeditando en sólo tres tomos, cómo se publicaron en su versión original. Cómo ya andaba otra vez con mono de Robin Hobb, decidí darle una oportunidad. "Asesino real" es la segunda parte de la "Trilogía del Vatídico" que empezaba con "Aprendiz de Asesino". No me he arrepentido, esta segunda parte ahonda en los personajes de la primera y, aunque está un peldaño por debajo de su segunda trilogía (sí, eso son dos peldaños por debajo de CDHYF, por si alguien está llevando la cuenta), todos sus puntos fuertes ya están aquí. Un desarrollo de personajes magnífico (al que le dedica, de hecho, tanto espacio que puede dar la impresión de que la historia tarda en arrancar) y un final de infarto que consigue dejarte con ganas de ponerte a leer inmediatamente la tercera parte.
Todo este absurdo rodeo que he dado para hablar de esta novela viene a querer decir una cosa: por lo que yo he leído, cada novela de Robin Hobb es mejor que la anterior. El mundo fantástico que ha creado para sus novelas no es el colmo de la originalidad, pero os personajes que lo habitan, cómo el joven bastardo llamado Traspié que protagoniza esta novela, tienen una profundidad que consigue que te preocupes por sus problemas. No es el tipo de fantasía que intenta deslumbrarte con civilizaciones exóticas ni con elfos y magia a cada paso. Es un lugar habitado por seres humanos, que tienen que enfrentarse a otros seres humanos por culpa de la avaricia y las ansias de poder de unos pocos. En la cubierta del libro una cita de Orson Scott Card dice que en la fantasía moderna Robin Hobb es quien marca la pauta a seguir. Yo diría que es más bien George R.R. Martin quien la marca, pero digamos que Robin Hobb le cubre el flanco izquierdo.

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