DRIVE, de Nicolas Winding Refn‏

"Drive" ha conseguido destacar por méritos propios. Su peculiar estética y su no menos particular banda sonora reclaman la atención de cualquier aficionado al cine. De inmediato se reconoce el esfuerzo por hacer algo diferente, y eso te hace poner de tu parte para que la película te guste. No he parado de oír elogios sobre la cinta y desde luego os animo a verla para formros vuestra propia opinión. Supongo que ya os veis venir que ahora vienen los "peros". Y yo tengo una buena lista de "peros". 
Algunos son de poco peso.  La violencia me resulta excesivamente gráfica, desentona con la cuidada estética y parece sacada de una cine de zombies. Es cierto que es muy puntual, pero cuando la hay cae en el exceso sin venir demasiado al caso. La historia no cuenta nada nuevo ni muy interesante, un conductor que trabaja cómo especialista de cine trabaja también cómo conductor en golpes criminales y se verá envuelto en un robo a la mafia, que por supuesto querrá recuperar su dinero. 
eSin embargo el rey d todos los "peros" es que ninguno de los personajes de esta trama es muy carismático, ni siquiera Ryan Gosling, con su papel de duro silencioso acabó de interesarme del todo aunque está bien verlo arriesgarse con un papel tan diferente del que lo hizo famoso en "El Diario de Noah". De los mafiosos de turno no merece la pena ni hablar, ni siquiera el siempre eficiente Ron Pearlman evitó que me trajera completamente sin cuidado lo que pasara con él ni con su socio. Y la chica de turno, desvalida damisela en apuros con niño indefenso a juego, queda tan desdibujada que apenas parece estar en la película de verdad. 

Veredicto: 6  Un interesante ejercicio de estilo sin sustancia que lo sostenga.