BLACK MIRROR (1ª Temporada)‏

En estos tiempos que corren uno no puede evitar preguntarse a dónde iremos a parar. Charlie Brooker (creador de la curiosa "Dead Set") también se lo debió preguntar y decidió crear esta serie. Se trata de un proyecto poco común. Sólo tres capítulos cada uno con una historia autoconclusiva sin ninguna relación con las otras dos. El único elemento común a estas tres historias de ciencia ficción especulativa (la primera, en un futuro tan cercano que es casi indistinguible del presente, la segunda en un futuro distópico en la tradición de 1984 y la tercera a medio camino entre las dos) sería que todas intentan en cierto modo responder a esa pregunta. Y lo hace con grandes dosis de crítica social despiadada y sarcasmo a raudales. Por supuesto, todo con el buen hacer al que nos tienen acostumbrados las series británicas.
Llegado a este punto tengo que advertir que esta es una serie de esas que se disfrutan más cuanto menos sabes de que tratan, así que si lo que habéis leído hasta ahora os llama la atención os recomiendo que os saltéis el resto de la crítica y la veáis con mi recomendación. Para los más indecisos y los que no pueden resistirse a "spoilearse" os contaré cual es la premisa de cada episodio para que os hagáis una idea de sobre qué trata la serie y los temas sobre los que reflexiona. 
En el primero un personaje público muy popular es secuestrado. El secuestrador hace llegar una grabación al Primer Ministro diciendo que matara a dicho personaje si no se cumple una petición... muy insólita. Se intenta ocultar el hecho al gran público pero la grabación aparece en YouTube y, a pesar de los esfuerzos por quitarlo de internet el vídeo se ha propagado por cientos de páginas y se ha reproducido miles de veces. Lo interesante es ver cómo el equipo de asesores del PM no se plantean qué es lo correcto, sino cual será la opinión pública y cómo pueden hacer el seguimiento de la misma minuto a minuto gracias al Twiter y el Facebook.
En el segundo todo el mundo vive en complejos dónde se pedalea en una suerte de bicicleta estática para generar electricidad. Eso es lo que hace casi todo el mundo. A cambio reciben crédito, que pueden gastar en comprar comodidades virtuales que disfrutarán en las pantallas de su habitación o ante la propia bici estática. Una de las pocas formas de escapar a esta existencia es ahorrar 15 millones de créditos y comprar la entrada en un concurso de talentos a lo Operación Triunfo. Con este pretexto reflexiona sobre cómo nos dejamos influir por los medios y la publicidad sobre la televisión basura y cómo  la criticamos al tiempo que la consumimos.
En el tercero todo el mundo tiene implantado un chip que graba todos sus recuerdos con toda nitidez. El protagonista de esta historia sospecha que su pareja lo engaña y usa sus grabaciones para echarle en cara cosas que dijo, para demostrarle cuando mintió o se contradijo y en general para alimentar sus propias inseguridades y obsesiones. Otra interesante reflexión en un mundo en que cada vez más todo se queda grabado o fotografiado.

Veredicto: 8 Una propuesta original y bien realizada. Sólo le falta un "nosequé" para llegar a ser genial.