THE WALKING DEAD (3ª Temporada)‏

Tras una segunda temporada más lenta que un muerto andante empecé a ver esta tercera temporada con pocas esperanzas. Algunos de los personajes habían entrado en una dinámica de autocompasión y lloriqueo que podía tener sentido dada la situación, pero que no resultaba nada divertida de ver. No puede ser que el líder que se supone que tira de los demás sea un llorica que no genera ninguna simpatía. Si además el resto del protagonismo lo acaparan su mujer y su hijo que son igual de depresiva la una y idiota el otro (en serio, ¿nadie vigila a ese crío? ¿No se dan cuenta de que se escapa todo el rato para dirigirse de cabeza hacia el zombie más cercano?) la cosa realmente necesitaba mejorar. Las audiencias podían estar por las nubes, pero en mi lista personal se estaba acercando a la linea en que dejo de ver una serie. Por suerte el final, aunque decepcionante, al menos destruía la granja el la que habían estado apalancados toda la temporada. Se acababa la partida de Farmville y devolvía a los personajes al apocalipsis zombie del que no deberían haber salido.

Hay que decir que han sabido aprovechar la oportunidad. La serie recupera el brillo de los mejores momentos de la primera, arreglando la mayor parte de los errores de la serie. Rick sigue lloriqueando, sí, pero al menos el protagonismo se reparte entre los personajes que más lo merecen. La vida en la nueva localización presenta retos constantemente y, el mayor acierto, entra en juego un nuevo personaje, el gobernador, que será un genial antagonista, un villano con el suficiente carisma como para ser el motor de toda la temporada. Con dieciséis capítulos, más que en las anteriores, no ha faltado algún episodio en el que el ritmo bajaba, pero en general se ha sabido aprovechar a los personajes, tanto a los nuevos cómo a los viejos y ha habido algunas grandes secuencias de acción. Un pack muy sólido que me ha dejado con ganas de más. Incluso el niño, que sigue siendo igual de insoportable, al menos ha dejado de escaparse y ponerse en peligro tontamente todo el rato.

Veredicto: 8 Ha sabido remontar, enmendando errores previos y construyendo nuevas situaciones más interesantes.