HOUSE OF CARDS (1ª Temporada)‏

Se habló mucho de esta serie antes de su estreno por razones algo ajenas a la propia serie. Era la primera serie de producción propia de Netflix, el exitoso portal de películas y series bajo demanda por internet de Estados Unidos, que ahora empieza a extenderse por algunos países europeos (España iba a ser uno de ellos, pero parece que de momento su llegada a nuestro país se ha detenido). Eso significa que "House of Cards" no se iba a emitir por televisión de la forma convencional, sino que se iba a poder ver exclusivamente por descarga. Esto abría el debate sobre si este sistema sería rentable. Netflix ponía toda la carne en el asador con una estrella del calibre de Kevin Spacey como protagonista y apostando por este remake de una serie británica de cierto prestigio. Hoy no solo esta sino la mayoría de las serie de producción propia de la plataforma han renovado para una segunda temporada, así que hay que suponer que han sido rentables y que este modelo es viable, así que este podría ser el principio de un gran cambio en la forma de hacer televisión.

Entrando ya a hablar de la serie en sí, creo que ha encontrado tantos detractores como admiradores. Cuando una serie es tan ambiciosa no faltan los que apuntan que no es para tanto, y lo cierto es que ha entrado a tratar un tema muy trillado, la política centrada en la Casa Blanca, y no ha conseguido evitar toda una serie de tópicos muy visitados: La periodista que se acuesta con un político para conseguir información, el congresista al que extorsionan para que no salga a la luz un escándalo de drogas y prostitución, etc... Aún así lo hace con bastante clase, con una técnica narrativa que ayuda a entender una trama compleja con un gran número de personajes implicados. Frank Underwood, el personaje magníficamente interpretado por Spacey se dirige directamente al espectador para explicarle el porqué de cada una de sus actuaciones o la importancia de tal o cual persona, introduciendo en escena así de forma clara y rápida el lugar en la escena política de cada nuevo jugador.

Sin reinventar la rueda es una serie muy sólida tanto en sus interpretaciones como en su ritmo narrativo, que le puede interesar a cualquiera que le interese mínimamente la política. A logrado mantener mi interés y me quedo a la espera de esa segunda temporada porque se estaba poniendo particularmente interesante al final.

Veredicto: 8 Muy sólida, aunque no particularmente innovadora.